Invitación a los maestros para agradecer a sus alumnos por haberse esforzado en el estudio, con sus tareas y con los medios a su alcance, a pesar de la situación que vivimos
Apreciable maestra(o) de educación en la fe:
Deseamos que tú y tu familia se encuentren muy bien de salud y que estén siguiendo las medidas necesarias para superar esta situación sanitaria que estamos viviendo actualmente. Sabemos que no ha sido fácil para nadie, pero queremos que sepas que nos importas mucho y por eso queremos expresarte nuestro agradecimiento.
Nos sentimos muy agradecidos contigo porque sabemos que en este curso escolar que está por finalizar haz hecho tu mejor esfuerzo. Vemos por la TV y en las redes sociales cómo algunos maestros hicieron verdaderos sacrificios para alentar a sus niños y niñas a seguir estudiando; algunos usaron los medios modernos de comunicación, como el Internet, para grabar sus clases, otros caminaron para visitar a sus alumnos y dejarles la tarea porque no llega el Internet o no hay los medios necesarios para impartir clases a distancia. Se vio en ellos la creatividad, la generosidad y la entrega por cumplir con su misión de educadores y ayudar a las niñas y niños de nuestras comunidades.
Estamos seguros de que, así como ellos, también tú has hecho tu mejor esfuerzo porque esta situación te obligó a buscar nuevas formas de acompañar a tus alumnos y alumnas. Te agradecemos todo lo que has hecho y estamos seguros que lo seguirás haciendo cada vez mejor. Ojalá sigas de este modo, porque así somos los mexicanos, gente talentosa, entregada y que está contribuyendo con un mundo bueno y mejor para todos.
Más aún nosotros, educadores en la fe, que tenemos como modelo a Jesús, el maestro por excelencia de nuestro quehacer. Toda la vida de Jesús fue una constante cercanía y una búsqueda por la persona, especialmente por la más necesitada, que hoy como en aquellos tiempos, son los niños y jóvenes que están en búsqueda del sentido de vida o de una vida que los haga feliz. Tomémonos de la mano de nuestro Maestro para inspirarnos en él y seguir con su proyecto de vida, de amor y de inclusión para todos.
Por lo anterior, nos gustaría pedirte, si está en tus posibilidades, que le escribas a tus alumnos y alumnas un mensaje que exprese tus emociones, tus aprendizajes, tus dudas, tu fe o tu esperanza. Lo puedes hacer en forma de carta, de poema o como gustes. Estoy seguro que esta experiencia les hará sentir muy bien y se sentirán acompañados y amados por ti.
Te compartimos un fragmento de poema que una maestra envió a sus alumnos como agradecimiento y cercanía entre ellos:
Mi niño, mi niña, te quiero decir,
te quiero en la escuela y allá compartir.
Compartir tu tiempo de feliz niñez.
Te quiero en la escuela.
Te quiero decir que esta experiencia cumplió su misión,
de hacerte consciente, de hacerte sentir
que siempre serás niño en tu corazón,
un niño sensible que sabe pensar,
que un ser sencillo podrá en ti existir,
buscando lo eterno para compartir.
Mi niño, mi niña, regresar podremos,
regresar podremos a un nuevo vivir.
Espero que este ejemplo te inspire a escribir algo propio. Una palabra tuya hará mucho bien a los niños, a sus familias y a este mundo que tanto lo necesita. Deseamos que pronto podamos encontrarnos para seguir aprendiendo más y mejor.
Muchas gracias y quedamos atentos a tus inquietudes.
Fraternalmente,
El Equipo de Ediciones Dabar.