Conoce las razones más importantes de dinamizar la educación en la fe con distintos recursos educativos


Si la misión del catequista es educar en la fe, además de contenidos, método y una buena pedagogía, también necesitan usar medios que les ayuden a conseguir dicho propósito. Además de ser personas de fe, de comunidad, con sensibilidad y carisma para la catequesis, necesitan medios técnicos y didácticos para comunicar mejor el mensaje de Cristo.

Muchos hemos disfrutado catequesis dinámicas y vivenciales que nos ayudaron a madurar en la fe y a llevarla a la práctica.

Muchos catequistas se preguntan por qué sus catequizandos -niños, jóvenes o adultos- no captan el mensaje, se ven aburridos, indiferentes y como que andan en otro mundo. Quieren hablar del Dios revelado por Jesús, repleto de amor y compasión… Quieren hacer que los niños sientan el soplo, la fuerza, la energía del Espíritu… Quieren enseñar por qué Jesús es nuestro Salvador, pero no atraen el interés de los catequizandos, sienten que deben hacer un esfuerzo titánico para ser comprendidos.

¿No habrá que revisar cómo se desarrolla la catequesis, con qué contenidos, con qué lenguaje, con qué método y con qué recursos didácticos?

Anteriormente hemos hablado de la necesidad de utilizar buenos métodos o una buena pedagogía; en esta ocasión, te proponemos algo sobre los recursos didácticos en la catequesis.

Los recursos didácticos no son moda, son una necesidad

Ya desde hace varios años, la Catechesi tradendae (n. 15), invita a la Iglesia “a consagrar a la catequesis sus mejores recursos en personas y energías, sin ahorrar esfuerzos, fatigas y medios materiales”.

Desde entonces, ha habido un buen número de documentos que, entre muchas otras cosas, han insistido en el desarrollo y el uso de recursos didácticos apropiados para responder a una catequesis más actualizada, dinámica, creativa, participativa y contextualizada. Como ya lo expresaba el Directorio general de catequesis (DGC n. 74), “no es posible reducir a una única forma todas las modalidades de enseñanza religiosa escolar”. Y, actualmente, el nuevo Directorio para la catequesis (2020), expresa que se necesitan recursos didácticos porque enriquecen los procesos educativos de la catequesis (n. 180).

Los recursos didácticos son medios

Los recursos didácticos son medios que tienen el propósito de facilitar los procesos educativos. Y como la catequesis tiene la función de educar en la fe, por tanto, requiere de estos recursos.

Dando por sentado que el catequista tiene una experiencia de fe, que es persona de Iglesia y está preparada para este ministerio, entonces también es necesario que tenga creatividad, que se apropie de recursos materiales y técnicos que le ayuden en la hermosa misión de comunicación de la fe.

El propósito de los recursos didácticos

Hoy en día, la catequesis, desafiada por nuevas enfermedades que hieren mortalmente a miles de personas y por la era digital, requiere el uso de recursos didácticos para que la transmisión de la fe sea más amena, más participativa, más incluyente, más crítica y más práctica. Además, debe capacitar a las nuevas generaciones en la comprensión y el buen uso de la cultura digital (Directorio para la catequesis n. 216).

En cada encuentro de catequesis hay que procurar que el mensaje sea claro, comprensible, significativo y vivencial.  No basta comunicar literalmente el Evangelio o hablar de Dios o de los valores cristianos. No basta transmitir verdades de fe; hay que relacionarlas con la vida con ánimos de conversión y en forma creativa.

Los recursos didácticos, por tanto, buscan llegar a la mente, a la inteligencia, al corazón, al alma de los catequizandos, de tal manera que les quede claro el mensaje y sea realmente significativo para sus vidas. Para que la transmisión de la fe sea efectiva, los recursos deben estar contextualizados, de manera que respondan a la realidad de los catequizandos.

La catequesis no se reduce a la memorización de una doctrina, requisito para la celebración de los sacramentos solo para niños. Va más allá. La catequesis es una educación ordenada y progresiva de la fe que forma parte de la evangelización. Su función es acompañar la iniciación, profundización y maduración de la fe y la vida cristiana de los catequizandos.

El catequista y el buen uso de los recursos didácticos

El catequista se convierte en un referente, porque comunica mediante su testimonio, la palabra, el culto y su relación con los necesitados. Él mismo, con su vida y sus acciones es un instrumento del mensaje cristiano. A través de su palabra explicita los contenidos de la fe, y con el culto, la vida de oración y la relación con los demás, comunica el mensaje (Cfr. Léo Marcelo, Recursos didácticos para la catequesis, Dabar, México). Siempre que un catequista elija un recurso didáctico no solo debe usarlo porque a le gusta a él, porque está de moda o porque sus catequizando prefieren brincar y jugar al margen del mensaje. Necesita relacionarlo con el tema o con una parte del tema.

De esta manera, al usar recursos didácticos más eficaces y creativos el catequista:

  • Puede trasmitir un mensaje y no siempre con el mismo recurso.
  • Ayuda a que los catequizandos se acerquen al mensaje para que lo comprendan.
  • Ayuda a acercar la Palabra de Dios a la vida y a la realidad de los catequizandos.
  • Puede trasmitir un mensaje más claro, comprensible, significativo y vivencial.
  • Ayuda a que el mensaje no sólo sea escuchado, sino que pase por los sentidos: el gusto, el oído, el tacto, la vista.

Los recursos didácticos refuerzan los aprendizajes

La selección de recursos didácticos debe ser acorde a las enseñanzas de cada encuentro de catequesis.  Por ejemplo, si el tema a tratar es el Reino de Dios y ya tienes preparados los pasos metodológicos para lograr el aprendizaje esperado, también, busca cantos, juegos o dibujos que refuercen el aprendizaje a lo largo del encuentro. Como lo ha planteado la teoría de las inteligencias múltiples, hay personas que aprenden mejor con dibujos, otras con cantos, otras con escritos, otras con movimientos.

Por ello, un contenido, más un buen recurso, dará como resultado una mejor comunicación y una mejor comprensión del contenido de la fe que buscas trasmitir al catequizando. Te ayudará a:

  • Dar claridad y profundidad a los contenidos.
  • Hacer significativo el aprendizaje porque lo pueden aplicar a sus vidas.
  • Expresar el mensaje por distintos medios (sonidos, imágenes, colores y movimientos).
  • Interiorizar el mensaje al pasar por los planos afectivo, racional y espiritual.

Finalmente, se puede decir que, al usar nuevos recursos didácticos, técnicas o herramientas, tu catequesis también tendrá un ambiente más dinámico, más vivo y más atractivo.

No debes perder de vista que el catequista anuncia con alegría y con testimonio la belleza de la fe en Jesucristo, Salvador de la humanidad (Cfr. Evangeli Gaudium n. 167). Busca que el proyecto del Reino sea un proyecto que oriente la vida y la identidad cristiana. Procura que la formación de la fe repercuta en relaciones justas, fraternas y amorosas, orientadas a construir un mundo más sano y más solidario.

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