Luz verde para las actividades catequísticas presenciales


 

Con el avance que se está logrando de la vacunación frente al coronavirus y la disminución en casos graves por la COVID-19, todo apunta a que se reinicie la catequesis presencial en este mes de agosto, o en cuanto el semáforo sanitario esté en verde.

El regreso, se ha comentado en algunas páginas de diócesis que los padres de familia, cuyos hijos ya estaban en el catecismo interrumpido, están dispuestos y contentos de que sus hijos e hijas regresen a continuar presencialmente su catequesis; en cambio, los que llevan a sus pequeños a un nuevo ingreso, tienen ciertos temores e incertidumbres respeto a la seguridad sanitaria para regresar.

En cuanto a los catequizandos, tanto los que ya estaban como los de nuevo ingreso, están contentos de que se reinicie el catecismo presencial en sus parroquias; para ambos significa una oportunidad más de salir de su encierro. Esto nos hace pensar en que debemos prepararnos, no para regresar a la catequesis tradicional, como mencionan algunas páginas diocesanas, sino para aprovechar este regreso como una oportunidad para avanzar en nuestra estructura y en nuestro ejercicio ministerial. No veamos dificultades, sino oportunidades.

Por esta razón, reflexionemos sobre ocho aspectos que nos ayudarán a lograr que este reinicio no sea sólo una readaptación, sino que marque una manera nueva de caminar en la catequesis de nuestras parroquias:

  1. Debemos impulsar, con mucho entusiasmo, que este regreso se apoye en “tres pilares”. Primero, el acompañamiento activo de las familias de los catequizandos como responsables primarios. Segundo, en la comunidad parroquial y su párroco, como colectividad de referencia y de pertenencia. Tercero, en nuestra catequesis de aprendizajes esenciales y de recuperación, impartida como un novedoso acercamiento y encuentro con Cristo. Es la oportunidad de lograr algo que está haciendo falta.
  2. Para lo anterior, es necesario que promovamos reuniones con padres de familia, con miembros de las diversas pastorales y con las y los catequistas; presididas por el párroco, para explicarles los protocolos sanitarios y procedimientos de prevención, así como, el plan de los tres pilares del regreso, para que todos, como una comunidad cristiana, nos involucremos activamente. Hoy más que nunca, las comunidades y las familias cristianas debemos responder y asumir un compromiso de unión y comunión que haga crecer humana y cristianamente a nuestra sociedad.
  3. Vale la pena aprovechar este momento para convocar a jóvenes de la comunidad y capacitarlos espiritualmente para que ayuden, con sentido, en la ejecución de protocolos sanitarios y procedimientos de prevención. Puede ser una oportunidad de atraer a esos jóvenes al ministerio catequístico, uniéndonos con ellos en el servicio y haciendo atractivo nuestro testimonio de catequistas.
  4. Es recomendable que todos los encuentros los realicemos en espacios abiertos o aulas muy bien ventiladas. Empecemos por explicar el por qué y el para qué de los protocolos y procedimientos y se los repetiremos con cierta frecuencia, con el fin de desarrollar en ellos una cultura de prevención, limpieza y sanitización que será siempre necesaria y útil, en la familia y en la sociedad.

Del mismo modo, debemos pensar y tomar en cuenta que las niñas y niños que recibiremos llegan afectados por la pandemia; física, emocional, cognitiva, social y conductualmente; por tanto, debemos disponernos a hacerles experimentar una amable, sincera y cristiana acogida.

  1. Es importante, y muy sanador, que promovamos reuniones circulares para que nuestros niños y niñas nos cuenten, uno por uno, lo que vivieron durante el tiempo de encierro y cómo se sintieron. Todos escucharemos a todos, con atención y sin prisas, y dialogaremos, juntos, acerca de cómo superar, con la fe, las emociones y angustias expresadas. Sobre todo debemos tener cuidado, paciencia y prudencia al dialogar con los que hayan expresado haber tenido experiencias cercanas de enfermedad, hospitalización y muerte. El diálogo lo promoveremos, procurando provocar la canalización positiva de sus miedos y emociones. Terminaremos la sesión, orando con ellos a Dios, platicándole lo que hemos vivido y ofreciéndole nuestra ayuda.
  2. Ayudará mucho a redondear el punto anterior proporcionarles a los niños y niñas cartulinas y plumones para que, a su manera, expresen con dibujos y/o letreros lo que han vivido, lo que han escuchado y cómo se sienten en este regreso. Exhibe esas cartulinas para que sean vistas por sus familias y la comunidad. Nosotros catequistas las observaremos con detenimiento, tratando de descubrir lo que nuestros pequeños están necesitando de nuestra formación en la fe.
  3. Debemos esforzarnos y prepararnos, con responsabilidad y a conciencia, para que los contenidos, la pedagogía y la didáctica de los encuentros de catequesis desarrollen la fuerza interior que necesitan para afrontar lo que han vivido nuestros catequizandos, y para que se adapten, con fe, esperanza y amor a la nueva realidad que estamos construyendo.
  4. Finalmente, es momento para potenciar la Eucaristía dominical en familia, promoviendo una celebración exclusiva de niños y niñas del catecismo y sus familias, observando el aforo permitido, y procurando que la celebración sea una experiencia litúrgica que una, motive y comprometa a las familias con la comunidad.

Como catequistas nos corresponde, además, emplear toda nuestra fuerza espiritual, todo nuestro estudio y toda nuestra disposición para acompañar a nuestros niños y niñas, que regresan a los encuentros presenciales.

No dejar que, lo que logremos como comunidad con los “tres pilares del regreso” sea flor de un día, sino que se convierta en sostén permanente de la acción y la vida pastoral de nuestra parroquia.

No olvidar que la eficacia de las acciones y el fruto del ministerio que desempeñamos dependen primordialmente de la voluntad del Padre, de la gracia de Cristo y de la iluminación y la fuerza del Espíritu Santo, pensemos, oremos y actuemos con esta conciencia y en esta presencia.

Si, al aplicar todo esto, les surgen nuevas experiencias, esperamos nos las compartan.