Cómo la Biblia es palabra de Dios y palabra humana, al mismo tiempo

“Dios habla en la Escritura por medio de hombres y en lenguaje humano”.

(Dei Verbum, Cap. III, núm 12)

En anteriores entradas del blog hemos hablado de la Biblia como respuesta a nuestra vida, como nuestro libro sagrado, sus géneros literarios y también te hemos dado algunos tips para su lectura. Ahora queremos compartir contigo el misterio que hace que, cuando tomas tu biblia, la abres y la lees, estás en verdad escuchando a Dios que te habla a través de palabras escritas por seres humanos.

 

¿Por qué se da este misterio?

Porque “la revelación que la Sagrada Escritura contiene y ofrece ha sido puesta por escrito bajo la inspiración del Espíritu Santo”. Esto quiere decir que los 73 libros de la Biblia “con todas sus partes” fueron compuestos y escritos por “hombres elegidos” que usaron “todas sus propias facultades y talentos”, su propia visión del mundo y del ser humano, para que, obrando el Espíritu Santo “en ellos y por ellos pusieran por escrito todo y solo lo que Dios quería” como verdaderos autores (Dei Verbum n. 11). Como se trata de “la palabra de Dios para los hombres o de la palabra humana de Dios”, él respetó el modo de pensar, de expresarse, de narrar y las expresiones usuales en el tiempo de cada uno de ellos. Así Dios habló en lenguaje humano para que los humanos lo entendiéramos.

 

¿Entonces la Biblia tiene dos autores?

¡Sí! Dios como único autor principal y, a través del tiempo, una serie de personas humanas como verdaderos autores (según algunos, secundarios, según otros, instrumentales), pero autores; tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

Los libros todos del Antiguo Testamento, elaborados por “escritores sagrados”, nos anuncian, narran y explican “la economía de la salvación, “hecha palabra de Dios”, en dichos libros. Los diversos libros del Nuevo Testamento, que en principio fueron predicación apostólica por obediencia al mandato de Jesús, poco a poco, “ellos mismos (los apóstoles), con otros de su generación, la pusieron por escrito por inspiración del Espíritu Santo y nos la entregaron como palabra de Dios y “como fundamento de la fe”. (Dei Verbum n.12-13).

Es así como “la palabra de Dios, expresada en lenguas humanas, se hace semejante al lenguaje humano, como la Palabra del eterno Padre, asumiendo nuestra condición humana, se hizo semejante a los hombres”. (Dei Verbum n. 13). Esto último, por si aún queda alguna duda acerca del “misterio del libro que contiene dos palabras”. ¿Qué consecuencias importantes para la vida y la fe de los seres humanos tiene todo esto?

 

Todo lo dicho de las dos palabras tiene consecuencias para ti y para todos

La primera consecuencia importante es que tanto tú como nosotros y como todo el que quiera, podemos confiar en la Biblia con toda nuestra mente, todo nuestro corazón y a través de toda nuestra existencia. Porque el Magisterio de la Iglesia nos enseña que “Como todo lo que afirman los hagiógrafos, o autores inspirados, lo afirma el Espíritu Santo, se sigue que los Libros Sagrados enseñan sólidamente, fielmente y sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para salvación nuestra”. (Dei Verbum n.11)

La segunda es que, dado que en la Biblia “la Palabra está detrás de la palabra” (C. Mesters), en ella Dios sale al encuentro de nosotros para conversar y dialogar, para ser firmeza, iluminación y alimento de nuestra fe y nuestra vida. La Palabra que está detrás no destruye ni absorbe la palabra humana, sino que la asume, por eso en estos 73 libros podemos encontrar las respuestas a todas las inquietudes y cuestionamientos de toda vida humana. Solo que no debemos dejar de confrontar en cada momento y en cada circunstancia nuestra vida con la Biblia.

El tercer efecto es que, si Dios se vale de la palabra humana para entenderse con nosotros y nosotros nos entendamos con él, su ser, su amor, la palabra es muy importante para él. Esto nos enseña que debemos alcanzar los anhelos de nuestro mundo y solucionar sus problemas prioritariamente con palabras, con diálogo y encuentro, no con armas ni violencia.

 

Hasta aquí el misterio que te habíamos prometido, pero también nos gustaría hablarte sobre cómo confrontar la vida con la Palabra de Dios, sigue atento a nuestro blog. Si tienes algún comentario, lo esperamos.

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