Los 5 mejores consejos que debes seguir para leer la Biblia lo más fielmente posible


 

“Es tanto el poder y la fuerza de la palabra de Dios, que es, en verdad, apoyo y vigor de la Iglesia, fortaleza de la fe para sus hijos, alimento del alma, fuente limpia y perenne de la vida espiritual”

(Dei Verbum, n. 21).

 

 

La Biblia es el libro del pueblo

La Biblia es el testimonio escrito de la palabra de Dios. Es el libro del pueblo de Dios, algo así como el archivo de sus recuerdos, su álbum de fotografías, el diario de su vida, la bitácora de sus caminos, el registro de su conversación con el santo y misericordioso. Es sagrada porque está inspirada por el Espíritu Santo. Enseña al pueblo a escuchar a Dios y a caminar con él. Ayuda al pueblo de las comunidades a descubrir la presencia cercana, gratuita y misericordiosa del Padre. Permite experimentar su amor que salva y consuela.

Autores de la Biblia

En la constitución dogmática Dei Verbum se afirma que el autor de la Biblia es Dios, por ser quien inspiró a los autores a poner por escrito las experiencias y los aprendizajes del pueblo a lo largo de su caminar. Hoy sabemos que la Biblia se elaboró mediante la colaboración de muchas personas, hombres y mujeres; unos sabían leer y escribir, otros solo sabían contar historias, rezar oraciones o cantar himnos. Cada quien aportó su propio carisma. Los numerosos redactores, en su mayoría, son anónimos, eran creyentes que testimoniaron sus experiencias y las pusieron por escrito.

Lenguas en que fue escrita la Biblia

Originalmente, la Biblia fue escrita en tres idiomas: arameo, hebreo, griego. La mayor parte del Antiguo Testamento fue escrita en hebreo y griego. El Nuevo Testamento fue escrito totalmente en griego koiné (común, sencillo), a excepción de algunas palabras de Jesús.

La Biblia se divide en dos partes. Antiguo Testamento 2 Cor 3,14 y Nuevo Testamento 2 Cor 3,6 (o también    Primer Testamento Heb 9,15-18) Estructura de la Biblia

La palabra “testamento” corresponde al hebreo berit y este se traduce por Alianza.


¿Cuántos libros contiene la Biblia católica?

El NT no anula ni reemplaza al AT. “Todos los libros del AT adquieren y manifiestan su plena significación en el NT y, a su vez, lo ilustran y explican” (DV n. 6). En el centro de los dos Testamentos está Jesucristo. Sin él, no podríamos entender el AT y todo lo que significa Jesús para nuestra vida y nuestra fe.

La Biblia es como una biblioteca que contiene 73 libros. 46 pertenecen al AT, y 27 al NT. Los cristianos católicos mantienen como parte del AT los libros deuterocanónicos (pertenecientes a la Biblia de los Setenta), que algunos grupos de judíos y de cristianos protestantes no consideran inspirados por Dios. El canon católico quedó fijado definitivamente en el concilio de Trento, en el año 1545, en la ciudad de Trento, Italia.

La diferencia entre las biblias católicas y protestantes se explica porque:

  • La tradición católica siempre siguió el canon o la lista de los libros de la Biblia griega (LXX).
  • La tradición protestante prefirió el canon o la lista de libros de la Biblia hebrea. Este contiene 7 libros menos de la Biblia griega, llamados deuterocanónicos (Judit, Tobías, 1 y 2 Macabeos, Sabiduría, Eclesiástico y Baruc).

Clasificación de los libros

La clasificación usual de la Biblia para el AT sigue la traducción de los LXX, recogida luego por la versión latina llamada Vulgata.

“La Iglesia, ya desde sus principios, tomó como suya la antiquísima traducción griega del Antiguo Testamento, llamada de los Setenta, y conserva siempre con honor otras traducciones orientales y latinas, sobre todo la que llaman Vulgata” (Dei Verbum, n.22).


Cinco consejos para leer tu Biblia
 

Por último, te compartimos los mejores consejos para que te decidas abrir tu Biblia. Imagínate que la Biblia es como “una carta” que Dios escribió para que ilumines tu vida. Por eso lo primero que puedes hacer es acercarte y abrirla.

  1. Pide ayuda al Espíritu Santo, e invócalo para que ilumine tu mente, ensanche tu corazón y te mueva a la práctica. “En adelante el Espíritu Santo, el intérprete que el Padre les va a enviar en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho” (Jn 14,26). “Y cuando venga él, el Espíritu de la verdad, los guiará hasta la verdad completa” (Jn 16,13).
  1. Lee tu Biblia con ganas de encontrarle sentido a tu vida. Se recomienda empezar por los evangelios, porque allí está el Maestro que te puede llevar de la mano. Escoge un texto y léelo, una, dos o tres veces. Esto te ayudará a familiarizarte con ella. Trata de descubrir qué dice el texto bíblico para ti.
  1. Estudia un texto o un evangelio completo. Estudiar significa preguntar, analizar, apuntar, dedicarle un tiempo. Esto consiste en un trabajo de reflexión con ayuda de algún método. Puedes aplicar la lectio divina. Este método es muy práctico y muy profundo porque ayuda a interiorizar la Palabra de Dios y a comprometerte con tu entorno familiar y social.
  2. Busca libros de apoyo: comentarios, diccionarios, mapas bíblicos. Actualmente hay muchos materiales y libros que te pueden ayudar. Ediciones Dabar cuenta con varios manuales muy prácticos: Manual para estudiar la Biblia, Manual para estudiar los evangelios, o libros específicos sobre la persona de Jesús, sobre el Espíritu Santo, sobre María.
  3. Participa en un grupo bíblico. Esto sería lo ideal, porque los cristianos estamos persuadidos de que el Espíritu Santo actúa principalmente en la comunidad. La Biblia es el libro escrito por el pueblo creyente para el servicio y alimento del pueblo. Es el libro propio de la comunidad. Por eso, la tarea de interpretar es una actividad comunitaria.

La Biblia purifica nuestras búsquedas y nuestros proyectos de vida. Despierta nuevas energías. Haz la prueba y comparte con nosotros tu experiencia.

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