Para ser auténticos cristianos y mejores seres humanos, enseñemos y leamos la Biblia con los niños.


Ser buenos católicos no sólo implica ir a misa los domingos y memorizar unas cuantas oraciones. Como miembros activos de nuestra comunidad, tenemos muchas otras responsabilidades y más cuando se trata de nuestros hijos. Enseñarles y inculcarles una fe tiene que trascender a los ritos habituales.

Como parte de nuestras responsabilidades cristianas para con los más pequeños de nuestra Iglesia, la educación en la fe es primordial. Y cómo buenos creyentes, sabemos que toda la formación católica emana de la Biblia y por eso, en Dabar, vemos muy importante la necesidad e importancia de la iniciación bíblica temprana.

El “chip tecnológico” de las niñas y niños de hoy

Es impresionante lo rápido que aprenden nuestros hijos a manejar dispositivos digitales, que a nosotros padres nos costó y nos sigue costando mucho trabajo manejarlos. Esto se debe a que nuestros pequeños llegan hoy a un mundo y a una familia llenos de tecnología, y, en algunos casos, saturados de la misma: la televisión inteligente, la computadora, el celular, la inteligencia artificial de Alexa, el wifi, etc. Y nos parece bien, porque nuestros pequeños serán cada vez más diestros para usar esos dispositivos en la escuela, en la universidad, en sus profesiones y empleos, en sus negocios, en sus inversiones, y prácticamente en todas las actividades y ocupaciones de su vida.

Lamentablemente, el esfuerzo, interés y entusiasmo que ponemos en iniciar, dotar y desarrollar tecnológicamente a nuestros pequeños y pequeñas, porque sabemos que es importante y necesario para su vida futura, está muy lejos del que hacemos para iniciar, dotar y desarrollar cristiana y bíblicamente a esos mismos pequeños y pequeñas ¿quizá porque no tenemos o no queremos tener en mente el futuro que se está jugando al no hacerlo?

La importancia de acercar la Biblia a los niños

Ante lo anteriormente planteado, nos gustaría plantear una serie de reflexiones que seguramente nos ayudarán a tener un cambio de actitud, de corazón y de mente en lo que se refiere a la formación inicial, cristiana y bíblica de nuestros pequeños y pequeñas, en su temprana edad, y entenderemos la importancia y necesidad de iniciar a nuestros pequeños y pequeñas en el conocimiento y lectura de la Biblia.

  1. Recordemos que, por haberles dado la vida, tenemos el deber de ser los primeros y principales educadores de nuestros hijos, para la vida humana y cristiana. La mejor y más práctica manera de empezar a cumplir con esa importantísima misión, es precisamente iniciando a nuestros hijos, lo más temprano posible, en el conocimiento y lectura de la Biblia. En este sentido, Benedicto XVI decía, al hablar de lo que corresponde a la auténtica paternidad y maternidad dice: “Los esposos son los primeros anunciadores de la Palabra de Dios ante sus propios hijos” y les recomienda: “fomentar la oración bíblica en familia, la escucha de la Palabra y el conocimiento de la Biblia” (Cfr. Exhortación Apostólica Postsinodal Palabra del Señor (Verbum Domini), n. 85).
  2. Para iniciar a los pequeños en la vida cristiana, es necesario que descubran a Dios y puedan experimentarlo. La Biblia, como libro del pueblo de Dios, es el lugar privilegiado donde Dios se deja descubrir y se revela de múltiples maneras (Cfr. Albert Hari, Comprender y vivir la Biblia, p. 19). Por esto es importante y necesario que la conozcan y la lean los pequeños y pequeñas.
  3. Con el hecho mismo de iniciar en la lectura y comprensión de la Biblia, como Palabra de Dios, logramos que nuestros hijos se acerquen a Dios y abrimos una puerta por la que Dios se acerca a ellos, los abraza y los bendice. (Cfr. Roger Poelman, Ouvrons la Bible (Abramos la Biblia), p. 12). Y ambos movimientos son importantes para el desarrollo de nuestros pequeños.
  4. Según los expertos en psicología infantil, la firmeza de nuestra existencia adulta y la fuerza expansiva de nuestra personalidad madura, se adquieren en la medida en que, desde temprana edad, empecemos a desarrollar en nuestro interior tres capacidades básicas: la capacidad de compromiso, la capacidad de renuncia y la capacidad de don de sí a los demás. En la Biblia, en los cuatro evangelios, encontraremos, al comentar con nuestros pequeños la vida de Jesús, múltiples ocasiones para, con el ejemplo de Cristo, empezar a fomentar en ellos estas capacidades. (Cfr. Roger Poelman, Ouvrons la Bible (Abramos la Biblia), p.14). Cada vez descubrimos más qué tan importante y necesaria es la Biblia para nuestros pequeños hijos y para los adultos también.
  5. Finalmente, si procuran alternar con sus pequeños hijos e hijas la lectura “infantil” de la Biblia con la oración, descubrirán que la mente y el corazón de sus hijos, y el de ustedes también, se aclararán, iluminados por el amor de Dios, del que están llenas las Escrituras. Y así, el amor y la generosidad, la fe, la esperanza y la alegría los irán transformando a imagen de nuestro Señor Jesucristo. (Cfr. Roger Poelman, Ouvrons la Bible (Abramos la Biblia), p. 14). Esa transformación es la meta de todo cristiano; es pues importante y necesario empezar desde ahora con nuestras y nuestros pequeños.

Empecemos a leer la Biblia

Probablemente haya más que estas cinco razones para convencernos de que es importante y necesario empezar ya con la iniciación bíblica de las y los pequeños que tengamos en casa, pero lo importante es empezar. Tomen el evangelio de Juan, capítulos 18 y 19 y “cuéntenle” a sus pequeños la Pasión de Cristo; es el mejor ejemplo de las tres capacidades básicas que les compartí en el número 4.

Cualquier experiencia que tengan, al intentar algo de lo compartido, nos gustaría que nos la compartieran.