3 consejos básicos para el inicio de un nuevo ciclo escolar
Como educadores, puede ser un poco difícil dar inicio a un curso. El primer día siempre plantea un reto frente a caras nuevas, distintas expectativas y hábitos nuevos. La clase de educación en la fe no es la excepción, el objetivo es romper el hielo, generar confianza y plantear un excelente final. De esta manera generamos interés, atención y motivamos a los alumnos, según sea su edad, para que pongan todo su empeño en nuestra materia.
Rompe el hielo y genera confianza
Una buena idea es iniciar con un cuento que habla de Dios. Puede ser aquel que se llama Hoy almorcé con Dios, y se trata de un niño y una viejecita que almuerzan juntos en un jardín. Y después llegan a casa radiantes de alegría porque confiesan haberse “encontrado con Dios”. ¿No es este, acaso, el objetivo de la educación en la fe? Encontrarnos con Dios, con Jesús, con el hermano que también está buscando un poco de alegría, de paz y de comida.
Otro ejemplo puede ser hablar de los libros o personajes de la Biblia en forma de acertijos.
- Hay un libro que tiene 73 libros, ¿alguien sabe cómo se llama?
- ¿Cuál es el nombre de los cuatro evangelios?
- ¿Cuál es el nombre de Dios en el Antiguo Testamento?
- Primer libro de la biblia: Génesis.
- Último libro de la Biblia: Apocalipsis.
De esta forma podemos llamar la atención de los niños y niñas. También puedes iniciar con otras actividades que te hayan funcionado. ¡Compártenos alguna!
Revisa el plan de estudios
Una vez que despertaste el interés de los alumnos, preséntales la temática general de lo que van a estudiar. Es como hacer un vuelo de reconocimiento de la planeación anual, y les dará gusto saber por dónde se moverán durante el año. Es como dar un paseo, genera tranquilidad admirar el camino, saber a dónde queremos llegar, dónde tomaremos un descanso o tomaremos aire. Así nos vamos preparando mentalmente para lo que sigue.
De manera práctica, te puedes apoyar con un mapa mental o una breve presentación con 4 o 5 ideas claves. También, puedes pedirle a los alumnos y alumnas que hojeen el libro de trabajo mientras vas comentando. No se trata de explicar todo el programa, sino darles un adelanto de aquello que verán con más calma.
Este primer adelanto ayudará a motivar a los estudiantes a que lleguen a tiempo, a que vayan a clase con ganas y hagan sus tareas. No olvides que hay que estar escuchando sus estados de ánimo para motivarlos.
Pacta la manera de trabajar durante el año
En la catequesis todo cuenta: desde el saludo, el recibimiento, el tono de voz, la ambientación del salón. Todo debe remitir a una sesión diferente, a un encuentro que nos hablará de Dios, de la vida. ¡La educación en la fe debe ser la mejor clase del día porque hablaremos con Dios!
Al igual que con el plan de estudios, es agradable saber qué esperamos de nuestros educandos. Si fuera posible, haz un decálogo para trabajar en clase con ellos. Por ejemplo, para opinar o preguntar levanto mi mano; haré mi trabajo con esmero, limpieza y a tiempo.
Las reglas también aplican para el o la maestra. Hay una regla pedagógica que dice “sólo se evalúa lo que se enseña”. Es necesario pactar, así todos estaremos contentos en nuestra clase de religión, sea presencial u online.
Este primer encuentro es muy relevante para maestros y alumnos. Puede ser el mejor momento del año porque motivamos a los estudiantes y también la mejor oportunidad de aclarar todo. Eso no quiere decir que en algún otro momento haya que recordar algunos acuerdos, los buenos modales o la aplicación al estudio. Pero esta primera sesión puede ser la puerta de entrada de una excelente relación con el grupo y para el resto del ciclo escolar.
Bienvenido al nuevo ciclo escolar. Muy diferente a otros años, por las circunstancias que estamos viviendo, pero puede ser una oportunidad para comprender que la fe también se aprende en medio de la crisis. Deseamos con la ayuda de Dios construir un mejor mundo posible. ¡Mucho éxito!
¡Ah! No olvides compartir con nosotros tu experiencia. Te estaremos muy agradecidos.