¿Qué nos impulsa a seguir caminando con esperanza en medio de este ya largo aislamiento?


“Se nos ofrece la salvación en el sentido de que se nos ha dado la esperanza, una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esa meta, y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino”

(Benedicto XVI, Spe salvi, núm. 1)

NUESTRO “PRESENTE FATIGOSO”

Cuando tú, como formador o formadora en la fe, y nosotros, como editorial, iniciamos este aislamiento, pensábamos que duraría entre 15 y 20 días. Al día de hoy llevamos cerca de tres meses en esta situación cuyas consecuencias personales, emocionales, sociales y económicas están ya provocando en muchos una angustiosa situación límite. A nosotros esto nos ha impulsado a hacernos una serie de cuestionamientos y reflexiones que queremos compartir contigo, porque nos confrontan con lo que nosotros difundimos y lo que tú enseñas.

UN BREVÍSIMO SONDEO

Hurgando en las redes sociales y conversando a distancia con algunas personas, hemos encontrado variadísimas ideas, posiciones y creencias acerca de la pandemia actual. Hay quienes, de manera necia y obstinada, niegan la existencia del tal virus; otros dicen que es un arma biológica con la que los poderosos tratan de controlar el crecimiento del género humano; otros más, “creyentes”, ignorando la responsabilidad humana, afirman que es un castigo de Dios anunciado ya en las profecías. Algo importante para nosotros: en muchos católicos, acostumbrados quizá desde siempre a la idea de Dios, más por tradición que por convicción, está resultando difícil percibir la vivencia de la esperanza que proviene del encuentro con Cristo.

A TI Y A NOSOTROS ¿QUÉ NOS IMPULSA?

  •   Nos impulsan la fe y la esperanza.
  •   La esperanza cristiana está basada en la fe, y la vivencia de la fe está basada en el encuentro íntimo y personal con Cristo muerto y resucitado y en nuestra participación de su “ser para todos”.
  •   El “ser para todos” de Jesús es también el modo de ser de nosotros.
  •   Cristo es para nosotros el camino que nos conduce hacia más allá de lo que alcanzamos a ver pero esperamos; la verdad que nos dice quién es en realidad el ser humano y qué debe hacer para ser verdaderamente humano, y la vida que todos anhelamos tener en abundancia.
  •   Buscar a Dios con pasión y emoción, en toda situación y circunstancia, es la tarea más fascinante y necesaria del ser humano sobre la Tierra, y siempre tiene éxito, porque Cristo Jesús siempre sale a nuestro encuentro.
  •   Dicho de manera simple: los seres humanos necesitamos de Dios (como Padre, Hijo y Espíritu Santo) porque sin él nos quedamos sin esperanza.
  •   Y, si nos quedamos sin esperanza, nuestra oración, nuestra acción, nuestro sufrimiento y aun el término de nuestra vida perderían su sentido.

 

A MANERA DE CONCLUSIÓN

En el apartado anterior te compartimos sólo algunas de las verdades que tú enseñas y nosotros difundimos con una doble intención: recordártelas para que dejes de estar harto de esta situación, cuyo fin todavía se ve lejano, y para que, si te sirvió y te parece, lo compartas a distancia con tus alumnos y con quienes tú creas conveniente, con tus propias palabras.

“Que los anime el propio Cristo Jesús, nuestro Señor, y Dios nuestro Padre. Él que nos ha amado, dándonos en su misericordia un consuelo eterno y una esperanza feliz, los animará interiormente a todos y los hará progresar en todo lo bueno que se puede obrar o conocer” (2 Tes 2,16-17).