Las 5 dimensiones de formación que debe priorizar cualquier catequesis de iniciación en la fe
La catequesis como servicio a la iniciación de la fe cristiana y como expresión privilegiada de la pastoral profética, no puede limitarse a la enseñanza-aprendizaje de unas oraciones o de unas verdades de fe, ni tampoco reducirse a la celebración de los sacramentos. La catequesis debe ser una escuela de formación integral liberadora, y para esto es necesario sustentar esta formación en 5 grandes áreas.
Los saberes, dimensiones para generar aprendizajes más humanizantes
Los saberes son las áreas de desarrollo formativo que contemplan los conocimientos (teórico-conceptuales, procedimentales y técnico-actitudinales) que deben ser tenidos en cuenta en el proceso de enseñanza aprendizaje de la fe. Son las formas en las que se exteriorizan los aprendizajes sobre la doctrina cristiana.
En el caso de la catequesis los saberes son dimensiones para una vida cristiana más integral y comprometida (DGC 238). Esto nos debe ayudar a dar respuesta a la pregunta: ¿cómo ser realmente cristiano en un mundo plagado de indiferencia religiosa, de injusticias y de desprecio? ¿cómo puedo dirigirme a Dios si muchos cristianos son capaces de cometer las peores fechorías usando su Nombre? ¿cómo puedo ser una persona de bien basándome en los valores del evangelio como el amor, el perdón o la verdad, si hay una cultura que propone el éxito y el acumular pero a costa de los demás?
Si no queremos hacer una catequesis de mera conservación, ajena a la realidad o con una identidad cristiana débil y una formación deficiente (Doc. Aparecida 286), entonces debes conocer estos saberes que forman parte de la enseñanza de la fe.
Cinco saberes aplicados a la catequesis.
En la siguiente tabla podrás identificar los 5 saberes y su aplicación en el proceso de iniciación y profundización de la fe. Esperamos que te sirva de guía para la elección de tus materiales de catequesis.
Dos nuevos saberes
También consideramos que es pertinente no perder de vista dos saberes que terminan por redondear la formación cristiana, porque le dan mucho sentido a lo aprendido del mensaje de Jesucristo.
Podemos decir que en las parroquias –espacio privilegiado de la catequesis– podemos desarrollar un mejor servicio educativo con catecismos que contemplen estos saberes y con estos propósitos. Con ello, y al estilo de Jesús, queremos que los destinatarios, niños, jóvenes o adultos, estén mejor formados en su ser, en su saber, en su hacer, en su convivir y en su proceso de conversión.