Descubre lo que realmente representa para los niños y niñas de preescolar acercarse a Dios porque están despertando su curiosidad por la vida
“Nunca olviden a los primeros maestros, nunca olviden la escuela. Porque son las raíces de su cultura y no deben ser desarraigados, ya que tener raíces nos ayudará a dar flores y frutos” (Mensaje del Papa Francisco a los niños y niñas procedentes de escuelas de las periferias de Milán y de Roma).
Si eres maestra o maestro de educación en la fe para niños de 3 a 6 años, es muy importante que sepas lo que significa para ellos este tipo de formación cristiana.
Como bien sabes, los niños y niñas de esta edad están despertando a la vida, orientándose en el entorno que les ha tocado vivir y van formando sus ideas y sentimientos según lo que ven y perciben en los adultos, especialmente en papá y mamá.
Por eso es muy importante que en esta edad tan tierna y receptiva se tenga en cuenta su frescura, su incipiente capacidad para conocer las cosas y su permeabilidad al medio que lo rodea, para que descubran esa presencia de Dios que está en ellos.
En el proceso de transmisión de la fe, hay dos tipos de experiencias que son signos privilegiados de la revelación del amor y de la presencia de Dios. Por un lado, están las personas que los rodean: papá, mamá, abuelos, hermanos. El cariño, la bondad, la ternura y la alegría que les muestran serán para el niño y la niña su primera experiencia de Dios. Por otro lado, están los descubrimientos que van realizando por sí mismos en el medio que les rodea. Ambas experiencias son un excelente punto de partida para explicar la presencia de Dios y la fe que tenemos en él.
En este marco adquieren especial importancia, además de la familia, los maestros en la escuela que pueden ayudarles a relacionar todo lo que van viviendo con lo trascendente, con Dios. Ambas experiencias (familia y escuela o parroquia) permitirán el descubrimiento y la adhesión gradual a Dios. Este entorno donde se desarrollan los pequeñines es el primer acercamiento a las creencias religiosas que a veces es complicado explicarles.
Entre los significados o enseñanzas que los educandos irán descubriendo, poco a poco, en el maravilloso mundo de la fe están los siguientes:
- Aprenderá a contemplar todo lo que hay a su alrededor, como el sol, la luna, el agua, el lugar donde vive, como un regalo de Dios y le dará las gracias con un canto o un gesto.
- Descubrirá para qué sirven sus manos, sus pies, sus ojos, su persona toda, y lo verá como un gran regalo recibido de Dios.
- Tendrá un primer acercamiento a María como su mamá, y también a Jesús como un personaje muy importante por conocer, y lo hará mediante oraciones sencillas.
- Valorará a su familia como el mejor regalo de Dios, pero también con la invitación de amarla, respetarla y ayudar a los demás, especialmente sus compañeritos/as.
- Descubrirá a un Papá Dios que está en su ambiente, crea las cosas por amor, ama a las personas y por eso nos da nuestro cuerpo y nuestra inteligencia para actuar y un corazón para que amemos.
- Entenderá que Papá Dios nos da a Jesús porque nos quiere alegres, como verdaderos amigos suyos, y por eso lo esperamos en Navidad, admiramos su presencia y buscará la manera de ayudarlo en su misión.
- Conocerá que la vida de Jesús está en la Biblia y que Jesús tuvo un grupo de amigos a los que les enseñó a hacer un equipo donde todos se cuidan y se respetan.
- Descubrirá que Dios está siempre con nosotros porque nos quiere felices y quiere que lo amemos como hijos suyos y hermanos de los demás.
Como puedes ver, estos son solo algunos significados que podemos adelantar a los niños que se adentrarán en el mundo de la fe. Seguramente descubrirán otros mientras vayan caminando en esa experiencia que se hace en comunidad, pero cada niño lo irá nombrando según su vivencia.