Explícale a tus alumnos de primaria qué es la espiritualidad y ayúdales a cultivarla con algunas actividades


Como educador(a) en la fe es vital que puedas responder a 4 preguntas básicas, que seguramente guiarán muchas de tus clases.

  1. ¿Qué entendemos por espiritualidad?

La espiritualidad es la motivación más profunda que nos mueve en la vida. En forma de pregunta lo expresamos diciendo: ¿Por qué vivimos? ¿Qué debo hacer con mi vida? ¿Cómo puedo dejar huella haciendo buenas obras? Otros nombres que recibe son vida interior, sueños, anhelos, deseos profundos.

Para un cristiano o cristiana, espiritualidad significa dejarnos mover por la fuerza de Jesús, que recibimos de Dios a partir de nuestro bautismo. Es permitir que Dios sea el motor de nuestra vida, escuchar su mensaje a través de la Biblia y actuar al estilo Jesús.

  1. ¿Para qué le sirve la espiritualidad a los niños y niñas?

Sabemos que conocer a Dios y su proyecto de vida digna para todos, y sobre todo ponerlo en práctica, es una tarea que puede durar toda la vida, pero necesitamos comenzar desde temprana edad, para que niños y niñas tengan un horizonte hacia el cual dirigir su vida.

La espiritualidad sirve para esto, para darle un sentido a nuestra vida; una orientación hacia la cual dirigir nuestras acciones, buscando los medios para lograrlo, a medida que vamos creciendo. A esto se refiere el papa Francisco cuando habla de “el mejor don y el mejor legado que podemos dejar a nuestros educandos”.

Estamos seguros que este es uno de los aprendizajes más significativos que deberíamos promover en nuestros educandos: descubrir y vivir su espiritualidad. Si logramos esto, podemos sentirnos satisfechos porque haremos que sean más plenos y felices. Al mismo tiempo, esto les ayudará a que se sientan motivados para estudiar, hacer bien sus tareas, participar en las clases y ser promotores del aprendizaje entre sus compañeros y compañeras.

“Formar en la fe a niños y niñas, a muchachos y muchachas, a jóvenes y adultos hoy, puede parecer una aventura; pero una aventura hermosa y es quizá el mejor don y el mejor legado que podemos dejar a nuestros educandos” (Papa Francisco a educadores en la fe).

  1. ¿Cómo es la espiritualidad de un niño de primaria?

En esta edad, la espiritualidad:

  • Se basa en la simplicidad de la vida, en la riqueza de sus relaciones fundamentadas en el respeto y la reciprocidad, en el conocimiento de sí y de los demás, en el contacto y respeto a la naturaleza y en la relación con Dios.
  • Está alimentada en el encuentro con Jesús, su infancia, su misterio amoroso, así como el trato con la Virgen María, con las oraciones propias de su edad.
  • Está orientada por el estilo de vida de los grandes libertadores del pueblo de Dios, que basaron su vida en el encuentro con Dios, la práctica de la justicia, la conversión y la atención por los necesitados.
  • Está orientada por la persona de Jesús, su mensaje y su estilo de vida. El niño está invitado a crecer en libertad, en amor, en solidaridad con el pobre y en servicio a la comunidad.
  • Está impulsada por la energía del Espíritu del Resucitado. El espíritu de la verdad, de la libertad, del amor solidario, de la valentía.
  • Es una espiritualidad que promueve la responsabilidad con uno mismo y por lograr un mundo bueno para todos.
  1. ¿Con qué actividades podemos cultivar la espiritualidad en los niños y niñas de 6 a 12 años?

  • Cultivar el espíritu de asombro y de admiración ante lo que le rodea, y dirigirle una palabra de gratitud al Autor de la naturaleza por su belleza, colorido, o lo que les inspire cada ser.
  • Buscar algún momento de la clase, puede ser al inicio o al final de la misma, para juntos repetir alguna fórmula ya hecha como el Avemaría o el Padrenuestro, o invitarlos a que expresen lo que sienten en el momento.
  • Promover la lectura de la Biblia para escuchar y meditar la Palabra de Dios y orar con ella para iluminar cada momento de su vida.
  • Dirigirse a la Virgen María con las oraciones que ya conoce o crear otras para hablarle como una madre, confiarle sus inquietudes y pedirle su ayuda.

Participar en las fiestas y tradiciones populares, porque son espacios privilegiados de expresión de la cultura, para valorarla y alimentarse de ellas.

  • Comprometerse en algún servicio en casa, en la escuela o en la comunidad, también ayuda alimentar su espiritualidad.
  • El examen de conciencia para revisar lo que hacemos cada día, puede ser un buen momento de autoconocimiento y de crecimiento en nuestra vida profunda.

Como puedes ver, la espiritualidad de los niños y niñas es un tema muy importante en la educación integral de nuestros educandos, porque es como el agua que empapa la tierra y hace que reverdezcan los campos y se llenen de color y belleza.

Esperamos que estas pequeñas reflexiones te ayuden a cultivar tu espiritualidad y la de tus educandos, y también te sirvan para encasar mejor tus sesiones educativas.