El salvavidas para saber si al perder y sufrir se gana algo


 

En anteriores publicaciones hemos dialogado sobre los diversos tipos de pérdidas y el sufrimiento que de éstas se desprende. Ahora queremos invitarte a que reflexionemos juntos si en medio de este mar de pérdidas y dolores ¿será posible no ahogarnos? o, de otro modo, ¿es posible ganar cuando se pierde?

En Dabar creemos que es posible sacar algo positivo de nuestro dolor y por eso queremos lanzarte un SALVAVIDAS. Es un hermoso libro que se titula, precisamente, CRECER.

En este libro, el autor, Jean Monbourquette,  supone que algunos leerán su obra de corrido, otros la meditarán más; pero está seguro que muchos regresarán, a través de su vida, a los pasajes con los que más se identifiquen. ¿Por qué? Porque la lectura de este sublime libro integrado por poemas, relatos y sugerencias nos ayudará, a ti y a mí, a descubrir 5 situaciones que nos salvarán la vida:

 

  1. Así como nuestro organismo herido moviliza todas sus fuerzas de curación, también nuestra psique lastimada por la pérdida de un ser amado puede reaccionar para curarse y hacerte crecer.
  2. Sólo si dejas trabajar a tu sanador interior él pondrá todo en movimiento para acudir en tu auxilio.
  3. Si crees en ti el dolor se irá, la vida te parecerá más hermosa y la congoja se convertirá en felicidad profunda.
  4. Cuando ponemos en juego todo lo que somos y tenemos, nos volvemos más nosotros mismos, a la par que más humanos con los demás.
  5. Finalmente, descubriremos una nueva madurez y una mayor posibilidad de volver a amar.

Supuestas las promesas del mismo  autor y para que te atrevas a leer este libro échale un ojo a los siguientes extractos de lo que puedes encontrar en este “Salvavidas”: CRECER, -Amar, perder y crecer- de Jean Monbourquette.

 

TRANSFORMAR LAS PÉRDIDAS EN GANANCIAS (página 15)

Como todo ser viviente, no puedes escapar al sufrimiento causado por las pérdidas de la vida: Pérdidas previsibles, pérdidas inesperadas, pérdidas que te impones para evolucionar, pérdidas impuestas contra tu voluntad. En cambio, cada una de estas pérdidas puede transformarse en ganancia gracias a tu actitud interior. Cada uno posee la capacidad de engendrar una vida nueva. La razón de ser de la muerte es hacer lugar a la vida.

El botón revienta para dar la flor,

La flor se marchita para dar la semilla,

La semilla se pudre en la tierra para germinar.

Perpetuo movimiento de muerte y de vida,

De obscuridad y de luz.

Quisiera hacer contigo un inventario de las pérdidas posibles en la vida de una persona. Pero mientras lo hacemos, no pierdas nunca de vista que cada una de estas pérdidas puede transformarse en fuente de crecimiento.

ESPERAR (página 27)

Los períodos de larga espera equivalen a otras tantas pérdidas, ya que en estos casos la vida se detiene, los proyectos se dejan a un lado y la ansiedad se instala permanentemente. Se pierde una cantidad excesiva de energía en suposiciones y en cálculos de todas clases, sin mencionar los catastróficos temores que obsesionan el espíritu y matan la alegría de vivir.

 

¿El tumor es maligno?

¿Voy a recuperar la salud?

¿Regresará mi amiga después de nuestra  riña?

¿Cuándo terminará la infidelidad de mi marido?

¿Quiere ella el divorcio? ¿Quiere él dejarme?

¿Pasaré mi examen?

¿Obtendré mi  promoción?

¿Estarán seguras mis finanzas?

No saber puede llegar  a ser una tortura insoportable; algunos prefieren la certeza de un desenlace desafortunado, y no esta incómoda situación de incertidumbre. ¿Cómo adquirir, mientras se espera, el dominio de sí mismo y el control de la situación?

¿HASTA CUÁNDO VAS A ESPERAR? ( página 28)

 

En el caso en que el fin de un amor sea evidente, puedes comenzar inmediatamente a decir adiós y comenzar tu duelo.

Por otra parte, en el supuesto caso de que todo quede en suspenso porque la decisión no depende de ti (por ejemplo: esperas que él te proponga matrimonio; te preguntas si ella va a regresar a pedir el divorcio), se hace imperioso que salgas de la pasividad y tomes las riendas de la situación. ¿Cómo? Ponte un plazo preciso (dos semanas, tres meses, un año…) en el que te permitas tener todavía la esperanza de un desenlace positivo. Dale carácter oficial a la fecha, comunicándola a la persona de quien se trata, así como a algunos amigos íntimos.

Durante este tiempo, sigue viviendo para ti y viviendo bien. Abandonarte a una vida pasiva e inquieta durante este tiempo, sólo puede engendrar estados depresivos. Ocúpate, distráete, prepárate para cualquier eventualidad: consulta, busca opiniones legales, conoce tus derechos, infórmate.

Una vez llegada la fecha límite, si nada ha cambiado todavía, es el momento de actuar y de anunciar tu propia decisión. A pesar de la tristeza y la agitación emocional debidas a la pérdida, conservas, sin embargo, el control de tu vida.

Entre más pronto empiece tu duelo, más rápido llegará la curación

Si este salvavidas te es interesante puedes adquirirlo AQUÍ. Tampoco te pierdas la siguiente entrega de este blog en donde hablaremos de las distintas herramientas que tenemos para ayudarte a afrontar la pérdida de un ser amado.