Cómo contrarrestar la tristeza, el desinterés, el desgano y la falta de apetito.
La tristeza es una emoción que surge ante diversas situaciones, pero la sentimos de forma más aguda ante las pérdidas que sufrimos en la vida, de ahí que sea tan intensa como profundo es el vínculo con lo perdido. Es un dolor generalizado en el cuerpo, pero sobre todo en el alma.
La tristeza no es negativa, no es anormal ni está mal sentirla.
Contestando las siguientes preguntas podrás identificar los síntomas de la tristeza:
- ¿Has presentado cambios grandes en tu apetito, a menudo con aumento o pérdida de peso?
- ¿Sientes desinterés por actividades que antes disfrutabas?
- ¿Tienes baja autoestima, indecisión o irritabilidad?
- ¿Tienes síntomas físicos persistentes que no responden a tratamiento, tal como dolor crónico o trastornos digestivos?
- ¿Te resulta difícil concentrarte en el trabajo o la escuela; o no recuerdas las cosas con la misma facilidad que antes?
- ¿Se te hace difícil tomar decisiones?
- ¿Notas fatiga o pérdida de energía?
- ¿Tienes sentimientos de culpa, desesperanza o inutilidad de forma recurrente?
- ¿Has pensado en el suicidio o la muerte?
- ¿Dónde está tu mal? Pregúntate cómo puedes curar esa parte de tu vida.
Si contestaste de manera afirmativa a muchas de estas preguntas, es muy probable que te encuentres triste y es necesario identificar dónde está el malestar para intentar curar ese malestar.
Para ello te compartimos 8 acciones fundamentales que pueden ayudarte a contrarrestar la tristeza:
- Exterioriza la pena de tu corazón destrozado. Dios entra a través de tus grietas. No te avergüences de tus sentimientos.
- Llora. Las lágrimas son una válvula de alivio que nos ayudan a curar y a renovarnos.
- Aprende de aquellos que han experimentado la sanación de la tristeza. Hay muchos libros y testimonios de aquellos que han pasado por algo similar a lo que te sucede.
- Procura la compañía de otras personas. Otras personas también te pueden reconfortar y en ellas puedes exteriorizar tu pena.
- Realiza pequeños intentos de rehacer tu vida, esos esfuerzos son semillas de esperanza que puedes cultivar y convertir en una nueva y fructífera existencia.
- Acepta el dolor. Puede que encuentres más fácil suprimirlo o evitarlo mediante distracciones y ocupaciones. Pero de todas formas tus emociones volverán a aflorar; el dolor también reclama tu atención.
- Acuérdate de las cosas buenas. Intenta mantener una actitud positiva para no estropear los esfuerzos que hagas.
- Habla sobre tu tristeza, es una manera de sanar tu corazón.
Esperamos que estas recomendaciones te sean de mucha ayuda para afrontar tu estado emocional. Tenemos otros contenidos que te pueden ser de mucha ayuda.