Las 6 fiestas para homenajear a nuestros difuntos que no te puedes perder


La tradición mexicana del “Día de muertos” tiene su origen en el tiempo y el espacio prehispánico, y que trasciende el tiempo y el espacio. Hoy es una celebración, cristianamente inculturada, que nunca terminará porque privilegia el recuerdo sobre el olvido, y porque su esencia representa no una ausencia sino una presencia viva.

La realidad pluricultural y religiosa mexicana

Podemos decir que la celebración del día de muertos los días 1 y 2 de noviembre se realiza y se conmemora en todo México. Aunque encontramos que las costumbres, objetos, figuras, ritos, sonidos y coloridos que caracterizan las celebraciones varían, sin exagerar, de estado en estado, de municipio en municipio, de pueblo en pueblo. La variedad y riqueza es tanta, que podrían escribirse no uno, sino varios libros para abarcarla.

Por lo dicho, solo pretendemos compartir lo más sobresaliente de las celebraciones de algunos lugares de México que la opinión pública considera entre los más importantes.

Los seis lugares que celebran de manera especial el “día de muertos” en la República Mexicana

  1. En la Ciudad de México se puede admirar y participar en algunos de los variados eventos celebrativos que se realizan en diversos puntos de la ciudad:
    1. Altar monumental de la ofrenda de difuntos en la explanada del Zócalo.
    2. Espectacular proyección sobre el monumento a la revolución. Luz y sonido.
    3. Recorrido nocturno del bosque de Chapultepec, con una enorme ofrenda en el centro del lago.
    4. Un grandioso desfile con disfraces y carros alegóricos por el Paseo de la Reforma hasta el Zócalo.
    5. No se puede dejar de mencionar el Barrio Mágico de Mixquic, de la Alcaldía de Tláhuac. Pequeño poblado a una hora del centro de la ciudad, donde se encuentra uno de los cementerios más grandes, hacia el que los pobladores caminan en procesión con velas y veladoras, por las calles empedradas y adornadas, que van a iluminar las tumbas de sus deudos adornadas con flores. Al oscurecer, se apaga el alumbrado en todo el pueblo y se da lo que llaman “La Alumbrada”: lo único que queda visible es el gran resplandor del cementerio, iluminado por miles de velas, veladoras y antorchas. Un gran espectáculo que permanece durante toda la noche. Decenas de personas se sientan en torno a cada tumba, como si fuera una cena en casa.
    6. No olvidar, en la CDMX, la celebración de muertos en la Alcaldía de Xochimilco. Una celebración espectacular, llena de sonido, rezos y luces que se desarrolla en las chinampas y las trajineras, adornadas e iluminadas, que recorren, llenándolos de luz y sonido, los famosos canales del lago de Xochimilco. Un inspirador y alegre espectáculo difícil de olvidar.
  2. Día de muertos en el lago de Pátzcuiaro y en la isla de Janitzio, Michoacán.

Cada 1 de noviembre (o uno o dos días antes) los pescadores del lago realizan con lanza la caza del pato, que se cocinará para dar de comer a quienes el 2 de noviembre esperarán a sus difuntos.

Por la noche del primero de noviembre, los pescadores salen en sus balsas iluminadas con veladoras encendidas y con el naranja intenso del cempazúchil, e inician la procesión hacia la isla de Janitzio.

En Janitzio, isla que se encuentra justo en medio del lago, se puede experimentar la magia y el misticismo que se intentó reproducir en la película “Coco”. Es una pequeña colina con construcciones de adobe y piedra a la cual arriban los botes iluminados. Los habitantes de la isla, hacia las 12 de la noche del 1 de noviembre, inician la procesión llevando velas y veladoras encendidas, hacia el cementerio que llaman Tzitumútaro. Encabezada la procesión por las mujeres y los niños, suben por una serie de escalones que conducen al campo santo que está en la cúspide. Llegando, localizan las tumbas de sus seres queridos y colocan hermosas servilletas bordadas sobre las tumbas. Colocan los manjares que en vida fueron de su agrado, y encienden veladoras y cirios para iluminar las tumbas que son también decoradas con muchas flores. Ahí, presididos siempre por una cruz, se inician rezos y cantos. En el arco de entrada al cementerio, adornado con flores de todas clases e iluminado con hileras de luces que marcan un camino, hay una campana que tañe discretamente toda la noche, llamando y guiando a las ánimas que vienen a encontrarse con sus seres queridos. La colina y el lago lucen iluminados por velas, veladoras y cirios. Es un grandioso espectáculo de luz casi silencioso.

  1. En Pomunch, Hacelchacán, Campeche, “los muertos salen de sus tumbas”.

Un ritual que a muchos puede parecer espeluznante. Siguiendo una antiquísima tradición maya, los habitantes de Pomunch se reúnen en el cementerio, por familias, días antes del día de muertos, para realizar el ritual anual que llaman “limpieza de huesos”.

Este ritual es impresionante, porque, literalmente, las familias sacan de sus respectivas tumbas los esqueletos de sus seres queridos para limpiarlos a detalle y dejarlos presentables para los días santos de difuntos. Pasados esos días, los huesos limpios se meten en una caja de madera envuelta en un lienzo blanco y son enterrados nuevamente, donde esperar la limpieza del año siguiente.

Cuatro sitios más que se consideran interesantes. Los reportamos brevemente.

  1. Luz y vida en Chignahuapan, Puebla.

Pueblo mágico, conocido por la producción artesanal de esferas navideñas, ubicado en la parte boscosa del estado de Puebla, a la orilla de una laguna, donde los días de muertos se realiza el festival de Luz y Vida. Procesión con antorchas que por dos kilómetros, del centro a la ribera del lago, ilumina y guía a las almas hasta sus ofrendas.

  1. En Oaxaca, el día de muertos es una celebración muy significativa.

Aquí los altares de las ofrendas para los difuntos se cubren con un mantel blanco y papel picado, no son planos, sino escalonados. El escalón más alto es para los abuelos, y en los demás escalones se ubican las diversas edades en que hayan fallecido, hasta llegar a los muertos chiquitos (los niños). En la región del istmo, se celebra un antiquísimo ritual mazateca de muertos, denominado S´ui K´ien, con rezos, cantos, recogimiento y gran colorido.

  1. El Xantolo en la Huasteca Potosina.

Es una celebración del día de muertos denominada Xantolo, fiesta de las ánimas. Durante dos días se celebra esta muy antigua fiesta con mucha música, cantos y luces con los que se pretende recordarles a los difuntos los momentos felices que vivieron en la tierra.

Nuestras prácticas cristianas en la celebración del día de nuestros

En el trasfondo de toda la espectacularidad de las celebraciones de difuntos que se realizan actualmente en México, se percibe la convicción cristiana de que aquellos que se nos han adelantado, de alguna manera siguen viviendo y es bueno hacerlos objeto, no solo de nuestro recuerdo y celebración, sino, sobre todo, de nuestra oración y de nuestra participación activa en la liturgia sacramental de la Iglesia.

Notarás que en cada una de las celebraciones que te compartimos hay bastantes elementos de sentido cristiano y quienes participan de ellas resaltan este trasfondo.

Te invitamos a compartir en tus comunidad esta reflexión, tus experiencias y descubrimientos del trasfondo cristiano de dichas celebraciones y pensar cómo hacerlo más palpable.

Ojalá que lo compartido aquí nos ayude a no descartar ni menospreciar estas prácticas de nuestros pueblos, sino, como los primeros misioneros, tratemos de respetar la fe que las inspira y llenarlas de la fe cristiana que ayude a nuestros pueblos a ser cada vez mejores humanos, y también cristianos.

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