Conoce los medios y actividades para trabajar la espiritualidad con los adolescentes en clase
La espiritualidad y la religión en los adolescentes puede ser una de las mejores herramientas para que se desarrollen sanos y felices. En este artículo te invitamos a reflexionar sobre cómo abordar la espiritualidad y la fe de nuestros educandos de secundaria y preparatoria.
¿Qué es la espiritualidad para adolescentes y jóvenes?
Podemos definir la espiritualidad a partir de algunas categorías como tener un propósito en la vida, tener autoconfianza y gozar de vínculos positivos con otras personas, con la naturaleza y con un ser superior que llamamos Dios.
Esto es lo que podemos llamar fe antropológica. El adolescente cree, tiene confianza en sí mismo, en las demás personas y en lo que le rodea. Y esto es muy importante. Es básico para poder vivir. Pero hay un segundo nivel, que es a donde queremos llevarlos: la fe cristiana, la fe en Jesús, el enviado del Padre.
En este segundo nivel de profundidad, podemos definir la espiritualidad como aquel conjunto de actitudes y motivaciones que emanan de nuestra fe en Jesús y su proyecto de vida. Para el cristiano, Jesús es el motor de su vida. Y aquí caben muy bien las palabras del papa Francisco: “Dios te ama, aún si tú te has olvidado de él”.
En la Iglesia, a partir de lo que llamamos el kerygma, el primer anuncio, que hay que ir descubriéndolo conforme vamos creciendo; este es el corazón de la vida cristiana. A partir de aquí, los adolescentes y jóvenes crecerán en confianza, autoestima y serán resilientes frente a cualquier adversidad en la vida.
Medios y actividades para vivir la espiritualidad con los adolescentes y jóvenes
Para descubrir los aspectos espirituales, encontrarse a sí mismos y adentrarse en la fe, el papa Francisco en la exhortación apostólica Vive Cristo, invita a los educadores en la fe a mostrar a sus alumnos y alumnas los “manantiales de agua viva”, que son:
- El silencio y la intimidad con Dios. Formar un grupo para orar con la palabra de Dios o adorar al Santísimo. Encontrar modalidades y estilos adecuados para ayudarlos a iniciarse en esta experiencia de tan alto valor. Aprovechar los momentos más fuertes del año litúrgico, como Semana Santa, Pentecostés y Navidad.
- Servicio comunitario. Muchos jóvenes se sienten atraídos por la posibilidad de ayudar a otros, especialmente a niños y necesitados. A menudo este servicio es el primer paso para descubrir o redescubrir la vida cristiana.
- Expresiones artísticas. El teatro, la pintura y la música son actividades culturales que suscitan, en los jóvenes, emociones que les facilita plasmar su identidad. El canto puede ser un gran estímulo para el caminar de los jóvenes.
- La práctica deportiva. En la base del deporte está “la alegría de moverse, la alegría de estar juntos, la alegría por la vida y los dones que el Creador nos hace cada día”.
- El cuidado del medio ambiente. Organizar jornadas de contacto con la naturaleza, campamentos, caminatas, expediciones y campañas ambientales. “En el espíritu de san Francisco de Asís, son experiencias que pueden significar un camino para iniciarse en la escuela de la fraternidad universal y en la oración contemplativa”.
- El testimonio de los santos y la enseñanza de grandes maestros espirituales.
Cultivar la espiritualidad en los adolescentes y jóvenes
Todas estas “fuentes” de vida espiritual, habrá que aprovecharlas a lo largo del ciclo escolar, y la forma de darles seguimiento es con la planeación anual. Podemos abrir algún espacio en cada clase o dedicar algunos tiempos especiales para dar relevancia a alguna actividad.
- Una buena manera de cultivar la espiritualidad cristiana es seguir el calendario litúrgico de la Iglesia. En él encontraremos lecturas, reflexiones, testimonios de personas que vivieron plenamente su fe haciendo el bien por los demás. Podemos dedicar al inicio de cada tema un momento de silencio, y escuchar alguna lectura o narrar alguna experiencia.
- Participar de las celebraciones que organiza el colegio. Normalmente hay celebraciones ya sea al inicio, en la fiesta de algún personaje especial, en las fiestas de la Virgen, en Semana Santa o en Navidad. Estas celebraciones son un buen momento propicio para hablar de la fe y tener alguna experiencia comunitaria.
- Otra opción puede ser escoger un buen libro y leer una página cada día. Comentar con algún compañero o con el grupo lo que te gustó, lo que iluminó tu vida o lo que te dejó inquieto, pensando.
- Escuchar música que hable de la fe. Actualmente hay mucha música en la red. Puedes poner una canción mientras los alumnos van llegando al salón o también mientras hacen trabajos en equipo. Está comprobado que hacer esto ayuda a concentrarse y a asimilar mucho mejor.
Con actividades sencillas se puede alimentar la espiritualidad de tus alumnos y alumnas.
Esperemos que estas breves reflexiones iluminen tu día y las pongas en práctica.
Estaremos muy agradecidos si nos compartes alguna sugerencia que ayude a los demás colegas.
Gracias por compartir, es un material muy necesario para rescatar y fortalecer el aspecto espiritual si de los jóvenes, de los adolescentes y de los niños, no obstante se requiere también para la persona adulta, más en estos tiempos donde las redes sociales nublan y enajenan la mente, provocando desesperanza y angustias en el vivir diario.
No podríamos estar más de acuerdo contigo, Rubén.
Apreciamos mucho tu comentario y que sigas nuestro blog.
Excelente material Dabar es muy claro para aplicarlo es motivador para los niños y jóvenes, de gran enseñanza en su formación espiritual.
¡Muchas gracias por el comentario, Estela! Seguiremos esforzándonos por producir contenido claro y de gran valor espiritual para niño, jóvenes y adultos.
Me parece que lo que acabo de leer es muy ilustrador, en este momento soy catequista y veo con tristeza que carecemos de jóvenes, que se acerquen a Dios, esos dados son muy buenos tíos. Dios les bendiga
Gracias por compartir esta enseñanza que hace cada día crecer el espíritu y encender es llamita de amor.
Gracias a ti también, Amada, por tu comentario. Bendiciones.