«Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos.»

Mateo 19,14

Hoy en día vivimos una alta exposición a mensajes, crónicas alarmantes y noticias falsas en todos los medios de comunicación. Los avances tecnológicos son tantos y tan rápidos que no nos dan tiempo de asimilarlos. La desconfianza se ha vuelto un hábito tan común que hemos olvidado el significado de solidaridad, convirtiéndolo en un concepto vago y sin sentido para muchas personas; la gente ya no se preocupa por los demás, sólo de sí mismos.  Tratamos mal a nuestro planeta, descuidados el medio ambiente con el olvido de nuestro cuerpo y descuidando lo que comemos, provocando situaciones tan difíciles como la epidemia que hoy estamos viviendo. Todo esto es reflejo de nuestro egoísmo y desinterés por nuestro prójimo.

Vivir una realidad así parece ser complicado, ¿no crees? Imagínate cómo es para un pequeño crecer con todo esto.

En los primeros años de vida, los niños y niñas forman su propia identidad con lo que observan e interpretan de su entorno, por ello es absolutamente necesario, que desde muy temprana edad los pequeñines se desenvuelvan en un ambiente donde reine el amor de Dios, por ello la educación en la fe es tan importante cultivarla desde chicos.

 

 

¿Y de qué les servirá la fe?

La fe es la seguridad que tienen los niños del inmenso amor que Dios les tiene. También, es importante ver la fe como un entrenamiento de vida, ya que los preparará y les dará esperanza para cuando se enfrenten a las situaciones difíciles de la vida, como el fallecimiento de algún ser querido, algún problema laboral o económico, alguna enfermedad o alguna dificultad como la pandemia que actualmente estamos viviendo.

Tener fe les hará sentir a niñas y niños que siempre tendrán otra opción, algo que les dará seguridad y fuerza para afrontar las derrotas, que cuando nos caemos siempre hay algo que nos incita a levantarnos las veces que sean necesarias, y todo eso se resume en el amor de Dios, pues si tenemos fe en que Él nos ayudará a superar las dificultades.

La fe nos ayuda y les ayudará a los pequeños a seguir diariamente por el camino que Dios quiere para nosotros. Tener fe no quiere decir que vamos a quedarnos a esperar de este camino lo mejor, sino que lucharemos de la mano de Dios para hacer de este camino el mejor, a pesar de las dificultades.

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