¿Tienes alguna idea de cómo les gustaría a los niños celebrar su día?


 

El 30 de abril de cada año, todos ponemos nuestra mirada en los niños y niñas. Muchos padres de familia se preocupan por comprarle a sus hijos e hijas cosas como juguetes, teléfonos; darles dinero en efectivo. Y nos preguntamos, ¿es esto lo que quieren los niños y niñas hoy en su día?

Por otro lado, si salimos un poco a la calle, encontramos a niños/as que están trabajando, niños que viven la dura realidad de la calle, sin comida, sin techo, sin nada. Los estudios que han hecho algunas organizaciones como la UNICEF sobre esta realidad de los niños en el mundo nos dejan estupefactos ante la enorme injusticia e inhumanidad que viven millones de niños(as) en el mundo.

Jesús y los niños

Si eres catequista, puedes platicar con los niños que acompañas para saber cómo viven en casa, qué hacen, cómo los tratan sus padres, qué comen, qué lenguaje usan.

Recuerda que Jesús vivó en una época en la que casi nunca se volteaba a ver a los infantes. Fue Jesús un apasionado de los niños, que hasta se atrevió a poner a los pequeños como modelos para los adultos:

  • Jesús abraza a los niños y los bendice (Mc 10,13-16).
  • Jesús siente una gran predilección por los niños, y los pone como ejemplo de inocencia, sencillez y obediencia (Mc 9, 36-37).
  • Es más, Él mismo se identifica con ellos al decir que quien reciba a uno de estos pequeños a Él recibe (Mc 9,37).
  • Para entrar en el cielo hay que hacerse pequeño como niño (Mt 18,4-5).

Hay que cuidar a las niñas y niños

El mejor homenaje que podemos hacerles este día a los niños, es dedicarles tiempo. En la catequesis, puedes pedirles que expresen lo que sienten, lo que piensan. Escúchalos con empatía. Deja que expresen sus sentimientos, sus pensamientos. Si algunos no quieren expresar su sentir, sugiéreles que lo escriban y que lo envíen por correo o por WhastApp.

Sería grandioso, de parte tuya, escribirles un mensaje o una pequeña carta expresando lo importante que son para ti. Aquí tienes una idea:

Agradezco que Dios me haya puesto en tu camino para conocernos. Siento mucha alegría al reunirnos y poder saludarte; platicar contigo me hace feliz. A veces quisiera dedicarte más tiempo, perdona si no lo he hecho, pero aprovecho al máximo ese momento cuando estamos juntos.

Me gusta que hablemos de Dios, de Jesús o de nuestra madre María. Espero que este día disfrutes mucho y seas muy feliz, te lo mereces.

Recuerda que te quiero y deseo que seas muy feliz, y ante lo que estamos viviendo, confía en que podemos ser mejores.

Cuídate mucho.

Si tienes alguna otra propuesta para celebrar a los niños este 30 de abril nos dará mucho gusto participar de ella.

 

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