Los 3 instrumentos de planificación y evaluación que te ayudarán en tu clase de catecismo

Recordemos que la evidente importancia del contenido no debe hacer olvidar la importancia de los métodos y medios de la evangelización. La preocupación por la forma de predicar (enseñar) también es una actitud profundamente espiritual. Es responder al amor de Dios, entregándonos con todas nuestras capacidades y nuestra creatividad a la misión que Él nos confía; pero también es un ejercicio exquisito de amor al prójimo… (Papa Francisco, La Alegría del Evangelio, n. 156)

La labor de catequista o educador en la fe no es fácil de asumir, y para ello cualquier ayuda es buena, por eso, queremos que conozcas las 3 herramientas que en Dabar sugerimos utilizar para asegurarte de que los niños cubran todos los temas de la mejor forma y en un tiempo adecuado. Esto te ayudará dar un correcto acompañamiento a los niños en su fe, además de garantizar que los alumnos completen todos los conocimientos y experiencias necesarios para convertirse es excelentes cristianos.

Trazar y seguir un plan es la mejor forma para alcanzar las metas que nos proponemos en prácticamente todo lo que hacemos a diario: estudiar, trabajar, viajar, ahorrar, etc. La correcta y oportuna planeación es la mejor garantía que tenemos para lograr obtener el resultado que deseamos. Por eso, en esta breve guía te invitamos a reflexionar sobre la importancia de planear las sesiones de catequesis para lograr que los niños y niñas profundicen su fe en Dios y se conviertan en ejemplares seguidores de Jesús.

1. La planeación es el mejor camino para llegar a la meta deseada

Planear es organizarse, anticipar el futuro, prever lo que va a pasar y adelantarse a ello. Es aprovechar el tiempo, evitar la improvisación y asegurar mayor eficacia en la tarea. Consiste en hacer un programa de trabajo incluyendo todas las herramientas para el viaje.

La planeación de clase, para ser efectiva, necesita responder algunas preguntas:

Las respuestas a las preguntas anteriores, como maestros,  nos permitirán tener en cuenta todas las necesidades para cada una de nuestras clases o encuentros. El conjunto de todas esas clases nos tiene que abrir la puerta a pensar en una organización para todo el año o ciclo escolar. Ambas herramientas, planificación de encuentro y dosificación anual, son indispensables para llevar adelante la tarea de compartir la fe de manera organizada y sistemática, como lo indica el Directorio General de la Catequesis (DGC); pero también para “hablar con sencillez y cariño de las cosas importantes” y no repetir, sino ofrecer siempre, nuevas y divertidas actividades.

1. La dosificación anual es el recorrido anticipado de todo un viaje

La dosificación anual, como lo hemos llamado en el sistema de educación en la fe Dabar, es la herramienta que te permite tener un panorama general de todo el curso. Normalmente se desarrolla al finalizar el año escolar, allá por el mes de julio, con el objetivo de tener todo previsto para el ciclo siguiente, tomando en cuenta las experiencias, errores y aprendizajes del curso recién finalizado.

En este momento de planificación es prudente contemplar los temas propios del libro y las actividades del colegio o de la congregación, como son las celebraciones, reuniones, retiros o campamentos.

2. El encuentro es el mejor momento para hacernos amigos de Jesús

Después de hacer un cuidadoso plan anual, es tiempo de planificar cada uno de los encuentros que tendremos a lo largo del ciclo escolar. Es en este momento del proceso donde necesitas poner todo tu empeño en preparar tu catequesis, seleccionar cuáles serán las mejores actividades, los tiempos adecuados y preparar los recursos necesarios para alcanzar los objetivos propuestos.

Buscando implementar la metodología que en otras ocasiones te hemos platicado, organizamos los tiempos, recursos y actividades que necesitaremos para cada encuentro.

El tiempo sugerido para cada encuentro es de aproximadamente 50 minutos, una vez por semana, en el cual es posible completar los 5 momentos de esta metodología y lograr que se cumplan los objetivos formativos.

1. La evaluación para saber qué aprendimos de este viaje

Como puedes ver, antes de finalizar cada encuentro es prudente dedicar unos minutos para evaluar los aprendizajes de esa sesión y así asegurarte que se cumplan los objetivos. Esto también te permite tener un mapa de progresos y saber en qué hay que hacer énfasis para futuros encuentros. Lo ideal es poder ponderar el progreso alcanzado por el niño o niña en los diferentes aspectos de la formación integral: intelectual, experiencial, actitudinal y de compromiso.

Otros recursos que te pueden ayudar para evaluar el aprendizaje y ser más objetivo son el cuaderno de trabajo, donde el alumno va registrando sus aprendizajes de fe, ideas y compromisos. También puedes hacer una carpeta de evidencias, que es un registro de la historia diaria en la escuela. Ambos recursos lo pueden llevar a casa para compartir con su familia o repasar algún tema de su interés.

Recuento

Como puedes darte cuenta, estos 3 simples instrumentos te pueden ser de muchísima ayuda para acompañar llevar de la mano a niñas y niños en su hermoso camino para conocer y vivir la fe cristiana.

Como complemento adicional, nos gustaría regalarte una plantilla para que elabores tu propia dosificación anual, con base en los contenidos de nuestro sistema de educación en la fe Un mundo bueno para todos, y así puedas planear oportunamente el curso que impartirás en el siguiente ciclo escolar. También, en este paquete podrás acceder a la hoja de planeación de encuentro, con la cual podrás desarrollar puntualmente cada uno de los 5 pasos de la metodología sugerida por el Directorio general de la catequesis (DGC) y asegurarte de que con cada clase cumples los objetivos propuestos. Además, encontrarás una sencilla, pero muy eficaz, hoja de evaluación que te facilitará mucho la valoración de los progresos que logran tus alumnos.

Para acceder a este material gratuito completa el siguiente formulario y podrás empezar inmediatamente a implementar las herramientas que garanticen que tus alumnos completen todos los conocimientos y experiencias necesarios para convertirse es excelentes cristianos.