¿Cómo educar en la espiritualidad a los niños de primaria? 7 acciones que podemos llevar a cabo con los niños para cultivar su espiritualidad.


Didácticas que todo maestro de primaria debe conocer para ejemplificar la espiritualidad a sus alumnos

 

“Formar en la fe a niños y niñas, a muchachos y muchachas, a jóvenes y adultos hoy, puede parecer una aventura; pero una aventura hermosa y es quizá el mejor don y el mejor legado que podemos dejar a nuestros educandos” (Papa Francisco a educadores en la fe).

Como educador(a) que se preocupan por fomentar una educación integral en los pequeños, ¿qué haces para cultivar la espiritualidad de los niños y niñas? La labor de explicar este concepto no es sencilla, y estamos seguros que ya lo has intentado casi todo, ¿verdad?

Explicarle a un niño o niña de 6 años qué es la espiritualidad puede ser algo bastante complejo. Desde nuestra experiencia, consideramos que lo más adecuado es ponerlo en práctica con ellos. Los pequeños aprenden mejor con todos sus sentidos y dejándose guiar por el ejemplo. Por eso, creemos que es muy importante que conozcas las 7 acciones, a modo de sugerencias, para que los niños entiendan y aprendan a expresar su espiritualidad y lo que esto significa.

Retomando lo que hemos expuesto en un blog anterior, para un cristiano católico, espiritualidad significa dejarnos llevar por Jesús, seguir su estilo, sus actitudes y buscar el bien de las personas, para hacer realidad el reino de Dios.

 ¿Por qué es importante la espiritualidad de los niños y niñas?

Especialmente, a medida que vamos creciendo, la espiritualidad nos anima a darle un sentido a nuestra vida; para saber a dónde nos dirigimos, buscando siempre los medios para lograrlo. A esto nos invita el papa Francisco cuando habla de “el mejor don y el mejor legado” que podemos dejar a nuestros alumnos.

La espiritualidad también ayuda a que los niños se sientan motivados para estudiar, hacer bien sus tareas, participar en las clases y ser promotores del aprendizaje entre sus compañeros, y cuidar el mundo que les rodea. Es decir, para hacer el bien, como Jesús.

¿Cuáles son los medios para cultivar la espiritualidad de niños y niñas en primaria?

Para sembrar la espiritualidad en los niños de 6 a 12 años, te recomendamos llevar a cabo en la clase actividades lúdicas, recreativas y grupales. Aquí te dejamos unas cuantas recomendaciones; tú puedes utilizar la que mejor se adapte a tu clase.

  1. Cultivar el espíritu de asombro y de admiración ante lo que nos rodea, y utilizar palabras de gratitud al autor de la naturaleza, por su belleza.
  2. Buscar un momento durante la clase (puede ser al inicio o al final de la misma) para pronunciar una oración, como el Ave María, el Ángelus, el Padrenuestro, o invitar a los niños a que expresen lo que sienten en ese momento.
  3. Promover el interés por la lectura de la Biblia. Enseña a tus alumnos y alumnas cómo colocarla, de dónde tomarla con las manos; escucharla su lectura con atención, meditar la Palabra de Dios y orar con ella, para iluminar cada momento de nuestras vidas.
  4. Invitar a los alumnos a conocer a la Virgen María. Por medio de las oraciones que ya conocemos, confiarle nuestras inquietudes y pedirle su ayuda.
  5. Participar en las fiestas y tradiciones populares, como la fiesta del santo patrón, la Semana Santa, la fiesta de los santos reyes o la candelaria; porque son espacios privilegiados de expresión cultural, para valorarla y alimentarse de ellos.
  6. Fomentar el compromiso social. De manera inicial, promover alguna labor en casa, en la escuela o en la parroquia. También se pueden organizar visitas a casas de asistencia a niños o personas de la tercera edad.
  7. Favorecer la toma de conciencia de lo que hacemos cada día; es un buen momento de auto conocimiento y de crecimiento que invita a lo profundo.

¿Has probado alguna otra actividad con buenos resultados para cultivar la espiritualidad con los pequeños? La espiritualidad es una cualidad que vale la pena promover en los niños y niñas de primaria. Volcar toda nuestra energía, porque nos permite salir de nosotros para buscar la vida que viene de Dios; pero también nos ayuda a ser más conscientes de lo que hacemos y cómo podemos hacerlo mejor cada día.

Recordemos que nuestro modelo de vida espiritual es Jesús, aunque a veces nos parezca lejano de imitar.

Compártenos en los comentarios alguna reflexión o las actividades que tu propones. Inspira a otros educadores a promover una clase integral.

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