Oriéntate con los 3 rasgos humanos y psicológicos que son esenciales para entender a los niños y niñas de 4 a 6 años


 

En la actualidad es difícil ser padre,

 pero es más difícil ser niño.


Todos aquellos que se dedican a la educación de niños y niñas pequeños, entre 4 y 6 años, se habrán dado cuenta de que la tarea no es fácil. Y es que su origen, intereses, hábitos de juego, preocupaciones, emociones y problemas no son de menor importancia por el hecho de ser pequeños. Por eso podemos decir que todos los niños y niñas son diferentes y únicos, pero siempre hay algunos rasgos y cualidades comunes que nos pueden ayudar a encauzar nuestra labor educativa para potenciar sus cualidades y habilidades; así podremos también fortalecer el desarrollo de su personalidad y el derecho a una vida digna y plena.

 

  1. El descubrimiento del mundo

A partir de los tres años, con el aprendizaje del lenguaje y el refinamiento de la habilidad motriz para caminar, el horizonte de los niños se amplía de manera abrupta. Con la gran energía que tienen y la enorme curiosidad que le provocan los elementos nuevos, los pequeñines se transforman en grandes exploradores. Este primer descubrimiento de las cosas y de la vida fuera de los brazos de la madre, se efectúa a través de mecanismos de gran importancia para la formación de su personalidad.

 

El descubrimiento de las cosas es intuitivo y global
  • Los niños perciben el todo tal como se da en la realidad, sin analizarlo, sin descomponerlo en partes. Por ejemplo, ellos ven una casa y no ventanas, puertas y ladrillos.
  • Parecen incapaces de clasificar, ordenar, unir lógicamente sus juicios y sus proposiciones, no logran establecer relación entre ellos.
    Ellos son el centro de todo
  • Lo relacionan todo con su personalidad, son el centro desde donde se opera el descubrimiento del mundo exterior.
  • No distinguen entre lo objetivo y lo subjetivo, entre su yo y el mundo.
  • Confunden lo interno con lo externo.
    En su percepción, todo tiene vida
  • Niñas y niños tienden a dar vida a todas las cosas. Consideran como vivo y conscientes un gran número de cuerpos que para nosotros adultos son inertes.
  • Atribuyen a todas las cosas y animales un lenguaje, voluntad, deseo, etc.
    Se maravillan con todo
  • Los niños son naturalmente contemplativos. El mundo externo se presenta como algo maravilloso a descubrir.
    Las verdades se crean a partir de lo que ve, siente y toca
  • Reconocen los símbolos como algo natural sin una comprensión intelectual, pero les asigna un rol a esos símbolos que forman parte del entendimiento de su realidad.

 

  1. Predominio de la afectividad

En este momento de la vida del infante el mundo afectivo se está gestando y afirmando. Todo entra y se mueve por su corazón. Su vida afectiva se carga, básicamente, por medio de su impresionabilidad e identificación, de su gran imaginación y a través del juego simbólico.

Impresionabilidad e identificación
  • El conocimiento del niño se da a través de las personas y de los sentimientos afectivos. Todo aquello que genera impresiones positivas es lo que el pequeño asocia como bueno, y si la emoción lo hace sufrir, como algo malo.
La imaginación y la fantasía
  • Los pequeñines no distinguen claramente lo vivido y lo pensado, la realidad de la fantasía. De ahí el gran poder de su imaginación.
  • Así pues, también experimenta emociones fruto de sus fantasías.
    El juego simbólico
  • El juego aparece como un medio privilegiado de expresión y como un lugar donde niñas y niños empiezan a separar la fantasía de la realidad.

 

  1. Toma de conciencia de la personalidad

En torno a los tres años, por primera vez, aparece en los infantes el sentimiento muy claro de su personalidad, que empieza a crearse y a afirmarse.

Deseo de crecer
  • A esta edad, surge el deseo de crecer e imitar el mundo de los adultos, y con ello la necesidad de afirmarse socialmente. Esta es la razón de sus enojos, obstinaciones y timideces que a veces van contra su propia voluntad.
  • Surge, también, el sentido de propiedad y coleccionismo.
    Necesidad de amar y ser amado
  • No contraria a la firme voluntad de afirmación de su personalidad, el niño o niña tiene conciencia de su fragilidad y busca protección de una autoridad firme pero que lo quiera y apapache, al mismo tiempo. Necesidad totalmente imprescindible para su desarrollo.
  • Niñas y niños necesitan sentirse protegidos, comprendidos, respetados y rodeados de un amor particular.
    Necesidad de conocerlo todo
  • Los chiquillos desean conocerlo todo porque quieren dominarlo todo; creen que todo está vinculado a ellos. Por eso, en esta edad se convierten en unos preguntones, buscan el “por qué” y el “para qué”.
  • Las respuestas que buscan son de carácter afectivo.

 

Hemos hecho un breve recorrido por los rasgos más comunes que definen la no tan simple psique de los niños y niñas de entre 3 y 6 años. Y la intención es que con esto podamos conocerlos mejor para acompañar su proceso humanizante y, por qué no decirlo, también humanizador, ya que por su presencia y su misterio son un regalo que debemos cuidar, proteger y acompañar.

Si tu actividad profesional está vinculada a la formación y educación de estas pequeñas personitas, esta síntesis de 3 características te puede ser muy útil para no perder el sentido de tus acciones cotidianas con ellas y ellos. También tenemos más contenido que te será de utilidad en tu labor, solo permanece atento a nuestro blog.

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