El Antiguo Testamento es la primera parte de la Biblia cristiana. Son libros que recogen por escrito la experiencia histórica y religiosa del pueblo de Israel. El Antiguo Testamento es revelación del Dios vivo y en él está latente lo que se hace patente en Jesucristo. La iglesia se nutre de su doctrina, su sabiduría y su espíritu religioso y profético.
Esta Guía de estudio está organizada en siete unidades, que responden a los principales conjuntos de libros del Antiguo Testamento, tal como aparecen en algunas de nuestras Biblias. Al abordar cada conjunto de libros o un libro en particular, se tienen en cuenta tres aspectos fundamentales: el tipo de literatura o género literario, el contexto histórico y el mensaje teológico.
La presente guía sobre las Iglesias del Nuevo Testamento consta de tres partes, que corresponden a las tres etapas de su caminar histórico.
1. Las Iglesias apostólicas de la primera generación cristiana (33-66 d.C.), en las que se destaca su interés misionero: «pescar» nuevos cristianos y construir instituciones comunitarias.
2. Las Iglesias sub-apostólicas de la segunda generación cristiana (70-100 d.C.), época en la que, en ausencia de los apóstoles y bajo su memoria, se buscaba «apacentar» a las comunidades y estabilizar sus instituciones. En esta etapa se escriben los cuatro evangelios y la mayoría de los libros del Nuevo Testamento.
3. Las Iglesias post-apostólicas de la tercera generación cristiana (100-130 d.C.), interesadas en cuidar a las comunidades y proteger el legado de los apóstoles, que ya se había institucionalizado como tradición y depósito.
La presente guía sobre las Iglesias del Nuevo Testamento consta de tres partes, que corresponden a las tres etapas de su caminar histórico.
1. Las Iglesias apostólicas de la primera generación cristiana (33-66 d.C.), en las que se destaca su interés misionero: «pescar» nuevos cristianos y construir instituciones comunitarias.
2. Las Iglesias sub-apostólicas de la segunda generación cristiana (70-100 d.C.), época en la que, en ausencia de los apóstoles y bajo su memoria, se buscaba «apacentar» a las comunidades y estabilizar sus instituciones. En esta etapa se escriben los cuatro evangelios y la mayoría de los libros del Nuevo Testamento.
3. Las Iglesias post-apostólicas de la tercera generación cristiana (100-130 d.C.), interesadas en cuidar a las comunidades y proteger el legado de los apóstoles, que ya se había institucionalizado como tradición y depósito.
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