¿Qué deberíamos enseñarles a los catequistas? – Las destrezas y actitudes que todo catequista debe tener



«Para poder expresar su vitalidad y eficacia, la catequesis debe […] considerar, como tarea prioritaria, la preparación y formación de catequistas dotados de una profunda fe».

Directorio General de la Catequesis, n. 33.

 

Esperamos que el paquete de herramientas de planificación (dosificación anual, hoja de planeación, guía de evaluación) te sea de utilidad en tu labor como catequista, si no lo tienes AQUÍ lo puedes encontrar. Pero la verdad es que esas ayudas que te hemos proporcionado no son suficientes, si el catequista no está bien formado para hacer su labor.

En esta ocasión queremos darte unos tips de los contenidos, actitudes y valores que debes cultivar para encantar a tus compañeros catequistas y a los catequizandos. Queremos profundizar en aquellas cosas que se esperan de una persona entregada a la educación den la fe, lo que debe de saber, sus cualidades, sus destrezas y su estilo para compartir su experiencia de Dios con los demás. Esto sólo lo podemos lograr a través de un programa de formación de catequistas bien estructurado y que cubra todos los campos de desarrollo de los futuros maestros en la fe.

En primer lugar haremos un breve recorrido por La guía de formación para los catequistas de México, porque la consideramos esencial para un programa de formación de  catequistas. Esto, más adelante, nos da pie para presentarte el curso que desarrollamos en Dabar, al cual denominamos Mochila catequística, el cual se ha posicionado en muchas parroquias a lo largo y ancho de México como el curso más completo para que hombres y mujeres de fe reciban la invitación de Jesús a convertirse en anunciadores de la Buena Nueva del Reino.

1.- La guía de formación para los catequistas de México

Este documento que surge de la Iglesia de México, nos determina el marco fundamental de la preparación de educadores en la fe; con criterios, contenidos y elementos bien organizados en un plan de estudios cuya finalidad se resume en estas 8 ideas:

 

I. Formar adecuadamente a los catequistas.

II. Priorizar la formación de los catequistas laicos.

III. Capacitar a los catequistas para transmitir el Evangelio a semejanza de Jesucristo.

IV. Promocionar la aptitud para realizar un acto de comunicación.

V. Animar eficazmente un itinerario catequístico.

VI. Promover la unidad y armonía del catequista desde una perspectiva cristocéntrica.

VII. Capacitar al catequista para transmitir el Evangelio en nombre y en comunión con la Iglesia.

VIII. Entrar en comunión con la aspiración de la Iglesia que «conserva pura e íntegramente la fe prometida» (LG 64).

También, además de explicar los objetivos, los contenidos, las actividades y los talleres de cada dimensión (ser, saber y saber hacer), esta guía ofrece un plan de estudio en 4 niveles y 8 en ejes temáticos. En Dabar creemos que es una muy buena propuesta para la formación de catequistas porque desglosa adecuadamente los contenidos de cada nivel y esquematiza muy bien el perfil de salida de los catequistas.

Los perfiles de salida que se desprenden por nivel son los siguientes, y te recomendamos estar muy atento, porque te darán la pauta que te ayudará a determinar que la formación de los futuros catequistas esté completa:

2.- La mochila catequística

El curso desarrollado de forma completa, que utiliza como referencia conceptual La guía de formación para los catequistas de México, está plasmado en 11 cuadernos de trabajo más una guía para el coordinador que pretende desarrollar una serie de destrezas y conocimientos para asegurar que los egresados de este programa de formación tengan un perfil completo y competente para impartir la catequesis a niños, jóvenes y adultos de cualquier entorno.

La metodología de este curso se enfoca en el desarrollo de competencias catequéticas como meta de la formación de catequistas. Si una competencia es una capacidad para llevar a cabo una tarea con eficacia, la competencia catequética es el conjunto de aptitudes que los catequistas necesitan para anunciar eficazmente el Evangelio a sus destinatarios, y encaminarlos hacia el auténtico seguimiento de Jesucristo.

El curso de La Mochila Catequística considera que toda actividad catequética pide de sus agentes una formación en cinco grandes destrezas: la teológica, la cultural, la pedagógica, la organizativa y la espiritual. Las cinco son un reflejo de la persona íntegra, del creyente maduro y del apóstol comprometido, basado en el DGC (n. 238).

Este esquema de las cinco destrezas en las que se diversifica la competencia catequética, no niega ni contradice en modo alguno el principio de las tres dimensiones de la formación catequística (DGC, n. 238); al contrario, le confiere operatividad y precisión.

¿Y qué hace a este curso de La Mochila Catequística tan especial frente a otras opciones de formación de catequistas? Ediciones Dabar, con estos libros, responde con las siguientes tres afirmaciones:

  • El aspecto del compromiso social. En todos los temas se busca, además, concluir con un compromiso en favor de los demás, especialmente en favor de las personas menos favorecidas. Un buen catequista es aquel que enseña a pensar no solo en sí, sino en los hermanos que más padecen de todo.
  • El aspecto crítico del saber. Saber no es malo; es muy bueno. Pero no es suficiente. Nos sentimos obligados a cuestionar la doctrina, lo de siempre, y preguntar: ¿esto puede ser de otra manera? ¿y qué tal si lo vemos desde esta otra perspectiva? ¿Esto genera vida? Un buen catequista es una persona que piensa, cuestiona, critica para buscar el bien para todos.
  • El aspecto ecológico. En este momento de nuestra historia creemos que un eje muy importante de la acción catequética tiene que apuntar hacia una pedagogía del cuidado, como el papa Francisco ha insistido en varios documentos. Tenemos que aprender a relacionarnos de una mejor manera con nuestra Madre Tierra, cuidar nuestra familia, cuidarnos como planeta. Un buen catequista es una persona que enseña a cuidar todo lo está a su alrededor, todo lo que es creación de Dios.

 

Como podrás darte cuenta, el catequista que se forma con La Mochila Catequística es una persona con muchas cualidades, pero, sobre todo, es una persona que se encuentra con Jesús y su proyecto del Reino; quiere contagiar a otras personas para que experimenten lo mismo, se entusiasmen, se enamoren y sigan a Jesús de Nazaret, el Hijo enviado por Dios.

 

Referencias

Mochila Catequística, Guía del coordinador, Daniel Peña Olmos, Edit. Dabar.

Directorio para la formación de catequistas en la Ciudad de México.

Directorio general de la catequesis (DGC).

 

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